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LA ZONA SPOILERS ESTARÁ AVISADA Y PUBLICADA AL FINAL PARA QUIEN NO QUIERA DESTRIPARSE NINGUNA DE LA NOVEDADES NARRATIVAS QUE OFRECE EL TÍTULO
Han pasado 23 años desde el estreno de la entrega original para que por fin se haya saldado una deuda histórica con los fans de parte de Square.
Un juego que marcó la historia de la franquicia por varios motivos: primera entrega en ser traducida al castellano, cambio de un mundo medieval a algo más cyberpunk si se me permite, primera vez que el juego no salía en Nintendo (simplemente el juego no entraba en un cartucho y se decidió dar el salto al formato CD que Sony popularizó para las grandes masas, una historia de sobra conocida por los fans de FFVII).
Hay varios motivos claros por lo que es trascendental para la industria, otra muestra sería los múltiples productos asociados a la marca bajo el nombre de ‘Compilation of Final Fantasy VII’. Esto es algo que intentó replicar Square-Enix con Final Fantasy XIII y su Fabula Nova Cristallis (un nombre tan pedante que muchos nos bajamos del carro), aunque está claro que Lightning y sus compañeros no tienen ni la mitad de tirón que Cloud, Barret, Tifa y compañía.
Siempre mantuve que al igual que el primer Final Fantasy, este Remake que nos ocupa es la «última bala» de la compañía nipona para tener beneficios claros sin calentarse mucho la cabeza. Esto no significa que estuvieran al borde de la bancarrota ni nada que se le parezca, pero los propios desarrolladores han dado una visión clara de porqué ahora es el momento de lanzarlo: nos hacemos mayores y este es nuestro legado final para la empresa.
Añado después de terminarlo que este era el momento tecnológico adecuado para traer de vuelta al clásico, cualquiera que lo haya jugado seguramente comparta mi opinión. Tetsuya Nomura y Yoshinori Kitase, que son los principales artífices del Remake además de ser parte del equipo original, se fijaron en la película ‘ADVENT CHILDREN’ como punto de referencia para revisar tanto el nivel audiovisual como el narrativo. Esto es un hecho claro cuando te pones a los mandos, es lo más parecido que podemos encontrar hoy en día a jugar a la secuela de Final Fantasy VII.
Hablando del juego en sí, ¿ha cumplido con las altas expectativas?
Personalmente sí lo encuentro como uno de los mejores juegos de la generación. Es un título que no está exento de luces y sombras en su apartado gráfico: por un lado los modelados de los personajes importantes los podría calificar ‘next-gen’ sin ponerme en evidencia, por otro lado algunos NPC o escenarios tienen menos mimo y se nota un trabajo menos cuidado en este aspecto. ¿Ensombrece el conjunto?, en mi caso concreto no pero si uno se da vueltas por los foros de opinión encontrará opiniones de todo tipo, aunque la realidad es que en líneas generales ha gustado mucho.
Esto es en parte por el mimo enfermizo con el que se ha trabajado el guión. Reconozco que cuando empecé el juego no esperaba tantísimo cuidado puesto en este aspecto, hay muchos cambios, muchas partes nuevas, personajes completamente originales que no existían en la versión de 1997.
Otro de los grandes aciertos es el sistema de combate, que desde ya debería ser un estándar en Square-Enix, puesto que han logrado el equilibrio perfecto en los JRPG con las siguientes claves: espectacularidad, estrategia, híbrido entre acción en tiempo real y turnos, y lo más importante, diversión. Sin duda el camino a seguir es el que ha marcado Final Fantasy VII Remake en cuanto a sistema de combate.
Los cuatro personajes disponibles en esta entrega se sienten completamente diferentes en su jugabilidad, otro punto a favor sin duda. Parece mentira que la compañía haya tenido que mirar atrás para dar un paso tan grande hacia delante, manteniendo la esencia clásica que hizo grande a esta saga. ¿Qué decir de los jefes? Pues que cada uno de ellos presenta un combate en varias fases, en las cuales tendremos que cambiar nuestra estrategia para adaptarnos a las novedades que nos presente el boss en cuestión, otro gran acierto que da mucho dinamismo.
Las animaciones de los personajes son una locura dentro del género, no hay JRPG que se le acerque a nivel audiovisual. La banda sonora ha sido reinterpretada completamente, haciendo un conjunto de 8 CD, poca broma y sin duda han hecho un gran trabajo en como se adapta la música a cada situación de forma natural, no simplemente cambiando un tema por otro como es la tónica en estos juegos. Hay temas nuevos, algunos más inspirados que otros. Recordar a los lectores que Nobuo Uematsu no participa activamente en este proyecto debido a su retiro hace años, aunque sí aporta sus composiciones.
Antes de entrar en la ZONA SPOILERS para hablar abiertamente de la trama, necesito recordaros que este Remake ocupa unas 5/6 horas del juego original: desde el comienzo hasta la huída de Midgar. Evidentemente al ser una reimaginación, algo que no se han cansado de apuntar desde Square, se siente como un juego ‘standalone’ y con muchas horas para disfrutar de él. En lo personal acabé el juego entre 35/40 horas, para que os hagáis una idea de la duración de la historia, luego hay más contenido post-game además de poder rejugarlo en difícil.
Parece mentira que hablemos de spoilers en un juego cuya base original data de 1997, el término de reimaginación adquiere todo el sentido aquí.
No son pocas las novedades narrativas que nos proponen: los famosos ecos que ejercen como guardianes del destino, las múltiples nuevas «apariciones» de Sephiroth desde casi el comienzo de la aventura, algunas vueltas de tuerca en ciertas situaciones.
El capítulo 4 dedicado a Jessie es una de las novedades más notorias de la entrega. Su historia se cuenta con gran delicadeza, incluso de una forma adulta en parajes que así lo necesitan, algo que personalmente me sorprendió mucho. Esto también sirve para conocer mejor a Biggs y Wedge, los cuales no tenían ninguna trascendencia más que ser comparsas de nuestro objetivo contra la malvada corporación Shinra.
Roche es otro de los personajes que hacen aparición en este capítulo, y únicamente en este. El SOLDADO de 3ª categoría aparece dos veces en todo el juego. La decisión a muchos les habrá descolocado aunque imagino que este nuevo personaje se aprovechará en las secuelas, algo que está por ver, pero me extrañaría lo contrario.
Varios eventos se ven ampliados o literalmente, cambiados al 100%, habrá opiniones para todos los gustos.
Es interesante pensar desde mi perspectiva, que conozco el juego original de principio a fin, se sienta absolutamente todo como si lo jugara por primera vez, esto es lo más difícil que han hecho con el juego y que un servidor, no creía posible para mi alegría.
Ahora si os parece vamos a abordar la parte más polémica de todo el nuevo contenido. EL FINAL
Vuelvo a advertir, si no lo habéis terminado…
Al llegar al final de la autopista en el juego original, simplemente huíamos de Midgar en busca de Sephiroth a través de las siguientes localizaciones. Todo esto HA CAMBIADO con el Remake.
Estupefacto te quedas cuando al final de la autopista encuentras al legendario soldado Sephiroth, invitándonos a seguirle a través de un portal dimensional para darle caza. Aeris nos sugiere que no es el momento pero a pesar de todo los protagonistas cruzan por la determinación que atesoran en ese momento.
En este momento es cuando la historia de Final Fantasy VII, se rompe.
Al cruzar, encontramos un ente que representa al ‘destino’. Literalmente como lo estáis leyendo, este enfrentamiento sirve para que los protagonistas intenten cambiar el destino, representados durante el juego como los ecos. A priori todo suena más o menos lógico, porque es algo que hemos visto millones de veces en todos los medios de ocio.
Pero amigos, cuando los propios protagonistas ven imágenes futuras que todos conocemos y son apoyadas con frases como: «este es el destino que nos espera si perdemos» como dice Red XIII al verse correr por Gaia 500 años después, lo que nosotros conocíamos como el verdadero final del juego. En ese momento reconozco que estaba completamente descolocado, pero esperaos que aún hay más.
Después de vencer al ‘destino’, hace acto de presencia Sephiroth, y sí, nos tenemos que enfrentar a él como si fuera el combate de ‘ADVENT CHILDREN’, un combate francamente espectacular a todos los niveles, con una Midgar derruida como fondo ante el combate final del juego.
Finalmente y como era de esperar, Sephiroth no es derrotado (menuda gracia si así fuera), pero da una serie de pistas a Cloud de que el personaje sabe «más de la cuenta», como si Nomura quisiera romper la cuarta pared para comunicarlo a los jugadores. Este aspecto se hace patente durante algunos tramos del juego, aunque hasta el acto final no lo sientes de forma tan exagerada.
¿Creíais que por todo esto era polémico?, no sabéis nada aún.
Los protagonistas finalmente salen del portal en el mismo punto, el final de la autopista.
Para que venga la auténtica explosión de locura mental para los fans del original que nos da el equipo de desarrollo en su giro de guión que nadie ve venir: primero podemos ver los últimos momentos de Zack, que al vencer el grupo al ‘destino’, pareciera que hubiera cambiado su suerte y podría haber sobrevivido, cambiando su destino pasado. Esto es literal, desde la insinuación, nunca con certeza absoluta puesto que tendríamos que tener la secuela para confirmarlo.
Biggs al que se le creía muerto durante el ataque a la torre por parte de Shinra, milagrosamente revive, impulsado por el triunfo de los protagonistas sobre los ecos al igual que ocurre con Zack, aunque esta vez en el tiempo presente. Dato importante, el guante de Jessie está sobre la mesa, podria indicar que también habría podido sobrevivir, el destino de Wedge tampoco se aclara.
Hasta aquí todo es muy loco y no sabes muy bien qué ha pasado, el jugador nuevo no notará todo esto al no conocer el material original, lo cual también es interesante de cara a como cada uno afrontamos este juego.
La puntilla es la frase final que nos da Square:
El que quiera entender que entienda, lo que está claro es que se van a venir curvas en la segunda parte para sorpresa de todos.
Creo que en líneas generales ha sido acertado enfocar el remake de FFVII como lo ha hecho Square: se siente fresco, nuevo, diferente. Una vuelta de tuerca genial y que debería ser ejemplar para que otros estudios no se limiten en sus apuestas. Square arriesga con el movimiento final cuando no era necesario, pero más de lo mismo no era suficiente para una satisfacción de este calibre. Lo cierto es que no estábamos preparados para tantas novedades, me incluyo el primero. Por mi parte, me quito el sombrero por desafiar todas mis expectativas y sorprenderme.